La recogida de ropa sostenible está en riesgo. Carta abierta ade las entidades de la cooperativa Roba Amiga.

Carta abierta a la ciudadanía


La recogida de ropa: una responsabilidad compartida por un futuro sostenible y solidario


Las entidades sociales que formamos parte de la cooperativa Roba Amiga queremos compartir con toda la comunidad catalana la situación crítica que atraviesa actualmente la recogida y gestión del textil postconsumo.

En toda Europa, los operadores sociales de residuo textil vivimos un colapso sin precedentes. Los mercados internacionales están saturados de excedentes de ropa de segunda mano, los precios han caído y los costes de recogida, transporte y reciclaje no paran de aumentar. Esta situación pone en riesgo la viabilidad de muchas entidades sociales y, con ella, cientos de puestos de trabajo, dirigidos en exclusiva a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, y royectos de reutilización esenciales para el nuestro territorio.


Factores que explican la crisis del sector

El sector de la recogida y gestión del textil se encuentra en un punto crítico por múltiples factores interrelacionados. La moda ultrarrápida ha inundado el mercado y los contenedores con piezas de mucho baja calidad, diseñadas para durar poco, difíciles de reutilizar y casi imposibles de reciclar, algo que obliga a tratarlas como residuo. Esto incrementa el volumen, los costes de gestión y el impacto ambiental.

El problema se agrava porque el reciclaje textil europeo todavía no está consolidado: las tecnologías para separar fibras mixtas no son rentables y grandes peradores como Texaid o Soex han reducido o cesado actividades, evidenciando que la crisis es global.

Paralelamente, la red de tiendas de segunda mano impulsadas por las entidades sociales no puede absorber todo el volumen de ropa reutilizable que alcanza las plantas de clasificación. No se trata de falta de esfuerzo, sino de una realidad económica: los costes de alquiler, reformas y personal son los mismos que en el mercado ordinario, mientras que la demanda ciudadana es todavía limitada.

Esta sobreproducción mundial ha creado un excedente estructural que se acumula en los almacenes de las entidades, generando saturación y dificultades para mantener la recogida, hasta el punto de tener que retirar contenedores. Además, los precios de exportación han caído de forma considerable desde 2023, agravados por el encarecimiento del transporte y nuevas restricciones comerciales.

Uno de los factores más urgentes es el modelo de financiación: la recogida selectiva ha sido asumida históricamente por las entidades sociales sin compensación económica alguna de los ayuntamientos, aunque que la Ley 7/2022 obliga a desplegarla antes de abril de 2025. Las licitaciones deben reconocer el valor ambiental y social del servicio, cubrir su coste real y establecer compensaciones justas por cada kilo recogido, incluyéndolo en los presupuestos municipales con garantías de apoyo a las entidades sociales. Encima, el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP Textil) es encuentra con retraso en su aplicación y financiación del sector.

Como resultado, el sector afronta una auténtica tormenta perfecta: exceso de ropa, baja calidad, reciclaje insuficiente, costes crecientes y retrasos normativos que ponen en riesgo un modelo hasta ahora basado en sostenibilidad e inclusión social.


Qué hace falta de los gobiernos y ayuntamientos

  • Una financiación justa y urgente que cubra los costes reales de la recogida y gestión del textil.
  • Contratos públicos reservados a entidades sociales con impacto ambiental y social garantizado.
  • Inversión en infraestructuras de reciclaje y clasificación.
  • Normativas firmes que obliguen también a los grandes productores a asumir responsabilidades sobre el fin de vida de sus productos.

  • El papel de la ciudadanía

    La ropa no es un residuo: es una oportunidad para reducir emisiones, ahorrar recursos naturales y crear
    trabajo digno. Pero para avanzar hacia una verdadera economía circular, es fundamental reducir el
    consumo innecesario, dar prioridad a la reutilización, compartir y alargar la vida útil de las prendas.
    Cuando depositemos la ropa en los contenedores naranjas de Ropa Amiga, garantizamos que será recogida por
    entidades sociales comprometidas con el medio ambiente y con las personas
    Llamamiento a la acción
  • Separe la ropa y los textiles que ya no utilice.
  • Recuerde que los zapatos deben entregarse emparejados, atados o dentro de una bolsa, por
    evitar que se desparellen en el transporte y la clasificación.
  • Depositarlos limpios y en bolsas cerradas en los contenedores naranjas de Ropa Amiga.
  • Confíe en las entidades sociales que, con esfuerzo diario, mantienen vivo un modelo que combina
    cuidado del planeta e inclusión social

Hacemos crecer juntos esta red solidaria.
Cuando tu ropa renace, renace también la esperanza de muchas personas.

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