Más allá del conocimiento: Fandema y Solidança unen esfuerzos para fortalecer la confianza, la adaptabilidad y la inteligencia emocional de las mujeres en Gambia

Desde sus inicios, en 2009, el Fandema Women Development Centre ha sido un espacio de empoderamiento para las mujeres en Gambia. Sin embargo, con el paso de los años, el perfil de las participantes ha ido cambiando: cada vez llegan más jóvenes en situación de riesgo, muchas de ellas menores de 21 años, que buscan la oportunidad de construirse un futuro digno. Ante esta realidad, el centro ha visto la necesidad de fortalecer las competencias transversales de sus alumnas y adaptar el sistema formativo a estos nuevos perfiles.

Fruto de una profunda reflexión sobre cómo mejorar las oportunidades de inserción laboral de las mujeres de Fandema, en 2024 se puso en marcha un proyecto específico con Solidança Treball EI SL, gracias al apoyo del Ayuntamiento de Molins de Rei. La premisa era clara: ser una buena profesional no depende sólo de las competencias técnicas, sino también de una actitud y habilidades personales que son cruciales. Así, nació la revolución de incorporar las competencias transversales como pilar fundamental del primer año del plan de estudios de Fandema. Para avanzar con éxito, tanto si se convierten en emprendedoras como si trabajan por cuenta ajena, las jóvenes necesitan más que conocimientos técnicos: necesitan confianza, adaptabilidad e inteligencia emocional.

El primer año de trabajo conjunto con Solidança permitió elaborar un diagnóstico preciso del mercado laboral, de la sociedad y cultura local, así como del plan de estudios de Fandema. Este 2025 ha sido posible dar un paso más: integrar las competencias transversales dentro de los itinerarios individualizados de las mujeres. Con el apoyo de Núria, Albert y Eva, y el compromiso del equipo local —Jankey, Fatima y Adama—, se han introducido nuevas perspectivas y estrategias para mejorar la inserción, la mediación y la orientación en el camino hacia el mercado laboral. Entre los resultados más destacados se encuentra el rediseño de los formularios y el mensaje de admisión, que ahora recogen y valoran mejor las habilidades y el potencial de cada alumna. A su vez, se han creado herramientas para medir el progreso en ámbitos como la orientación sociolaboral, para garantizar un seguimiento más integral.

En este proceso, el papel de Fatima Sillah, formadora encargada de liderar el nuevo programa de competencias transversales, ha sido clave. Ella misma explica: «Mi parte preferida fue cuando Núria y Eva introdujeron actividades sobre autoconocimiento, autoestima y gestión emocional. Parece que estuvieran diseñadas a medida para nuestras chicas aquí en Gambia, y enseguida imaginé los momentos de eureka que provocarían.»

Desde la última sesión, en julio, Fatima ha estado elaborando el nuevo currículum con una confianza creciente, utilizando muchos de los recursos e ideas compartidos durante la formación. Algunas actividades ya se han pilotado con éxito durante una jornada de orientación de dos días para las nuevas estudiantes del programa «Habilidades para la Vida». La energía, el entusiasmo y las risas de las participantes confirmaron que el programa iba en la dirección correcta. De cara al futuro, tanto Fandema como Fatima son optimistas: «Con este nuevo currículo de competencias transversales, nuestras jóvenes entrarán en cualquier sala con la cabeza alta, conducirán conversaciones con claridad y elegancia, y tomarán decisiones valientes sin dejarse dominar por las emociones. Y, sobre todo, sabrán lo que valen.»

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