Este 8 de Marzo, Solidança reafirma su compromiso con la lucha feminista y se adhiere al manifiesto del 8M, que este año pone los cuidados en el centro del debate social y reivindicativo. El manifiesto denuncia la precarización y explotación de los cuidados, tanto en el ámbito remunerado como no remunerado, y exige corresponsabilidad por parte de toda la sociedad, incluyendo a las administraciones y los hombres.
Desde Solidança nos sumamos a esta reivindicación y, en consonancia con esta lucha, hemos impulsado una exposición interna con la que hemos querido sensibilizar a nuestro equipo sobre la importancia de los cuidados, haciendo visibles las desigualdades de género que se derivan y reflexionando sobre cómo podemos transformar esta realidad.
El manifiesto del 8M de este año pone de manifiesto que los cuidados son un derecho colectivo y una responsabilidad social, no una labor asignada a las mujeres por defecto. Además, denuncia cómo el sistema económico actual prioriza el beneficio sobre la vida, externalizando responsabilidades y mercantilizando los cuidados hasta el punto de deshumanizar tanto a los cuidadores como a las personas cuidadas. Estas ideas están plenamente alineadas con el mensaje de nuestra exposición, que ha querido poner en evidencia cómo la invisibilización del trabajo de cuidados perpetúa las desigualdades estructurales.
La precarización del trabajo de cuidados: una realidad inaceptable
El manifiesto también denuncia las condiciones laborales abusivas en los sectores vinculados a los cuidados. Las trabajadoras domésticas, profesionales sociosanitarios y otros sectores feminizados sufren una carencia de reconocimiento y unas condiciones laborales precarias. Nuestra exposición ha abordado esta realidad con datos e imágenes que ilustran cómo el trabajo de cuidados sigue siendo mal pagado, poco valorado y, a menudo, asumido por mujeres migradas en situaciones de vulnerabilidad.
Un modelo económico y social a transformar
Desde Solidança coincidimos con la necesidad de transformar el modelo económico para poner la vida en el centro. Así como el manifiesto del 8M exige la creación de un sistema público de cuidados blindado por ley y con financiación suficiente, nosotros también defendemos un cambio de paradigma que garantice derechos laborales dignos y una redistribución equitativa de los cuidados.
También compartimos la llamada del manifiesto a la justicia climática y social. La relación entre la explotación de las personas y la del planeta es innegable. El extractivismo y la degradación medioambiental tienen un impacto devastador en las comunidades más vulnerabilizadas, perpetuando desigualdades y migraciones forzadas. Por eso, desde Solidança trabajamos por un modelo de consumo responsable y circular que priorice la sostenibilidad y la justicia social.
