La entidad se suma a la lucha para proteger el planeta de la emergencia climática con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles
La actual situación de emergencia climática ha hecho tomar conciencia de la problemática ambiental a un mayor número de la población, y la ciudadanía empieza a saber que son tanto parte del problema como de la solución. El consumo de materias primas y energía para producir y satisfacer nuestras necesidades no deja de crecer y en consecuencia su impacto ambiental crece a la par.
Actualmente estamos consumiendo de media mundial 1,7 planetas para abastecer la demanda actual, en el caso de Estados Unidos la huella ecológica es de 5 planetas (si toda la población mundial consumiera al mismo ritmo), y Cataluña estaríamos en los 2,5 . Esto quiere decir que estamos consumiendo muy por encima de la capacidad de regeneración de la tierra, lo cual es obviamente insostenible, y nos lleva a poner en riesgo la supervivencia de las generaciones futuras.
Consumimos energía, agua, materias primas, alimentos, que son procesados y transportados a largas distancias. La industria textil en particular es la segunda industria más contaminante del mundo a nivel de emisiones de CO2 según datos de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). A la vez que también este sector es tristemente famoso por las pésimas condiciones laborales en las fábricas donde se produce el tejido que consumimos, principalmente en China y Sudeste asiático.
Algunos datos del impacto ambiental de la industria de la moda que nos sitúen mejor en la dimensión de la tragedia: se requieren 7500 litros de agua para producir unos vaqueros, equivalente a la cantidad que bebe una persona en siete años, además el sector la moda utiliza 93.000 millones de metros cúbicos de agua cada año, una cantidad suficiente para que sobrevivan 5 millones de personas, a la vez la industria de la moda es responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel global. Por otra parte, la producción de ropa y calzado produce el 8% de los gases de efecto invernadero. En los últimos años la producción mundial de ropa no ha parado de crecer, se duplicó entre 2000 y 2014, debido principalmente al modelo actual de consumo de ropa conocido como fast fashion, ropa de baja calidad y poca durabilidad a precios muy bajos. Este crecimiento de la producción no sólo impacta en cuanto a consumo de recursos, sino que la generación de residuos también es un tema preocupante. Se calcula que en Cataluña sólo se recoge selectivamente un 12% del residuo textil que se genera y que el 88% restante termina a tratamiento finalista (vertedero o incineración) sin ser ni recuperado ni reciclado. Estamos hablando de casi 900.000 toneladas en España.
Ante esta problemática siempre tenemos la opción de confrontarla con el fin de darle la vuelta, el consumo responsable y actividades económicas basadas en la economía circular son estrategias clave para conseguirlo. Pero, ¿qué son exactamente estas estrategias y cómo podemos incidir como ciudadanos y ciudadanas para vivir de manera más respetuosa con el medio? El consumo responsable se basa en nuestra decisión: habrá que escogemos productos sostenibles y que en su producción se haya puesto en valor la igualdad de oportunidades, la reducción de la pobreza, el trabajo digno, la solidaridad y el cuidado y la conservación del medio ambiente, por lo tanto tenemos un papel fundamental como ciudadanía ya que con nuestras acciones diarias y nuestros hábitos de consumo podemos transformar la realidad actual que nos rodea, tenemos más fuerza de la que nos imaginamos!
Durante los últimos años se ha introducido también en nuestra sociedad un nuevo concepto, la economía circular. Se trata de transformar la economía lineal tal como la hemos conocido hasta el momento bajo la lógica de consumo de materias-producción-generación de residuos y contaminación, y siguiendo esquemas de cierre de ciclos como hacen los ecosistemas naturales alargar al máximo la utilidad de los recursos que introducimos en la cadena de producción, a través del reciclaje, la reutilización, la reparación, compartir recursos, y producir con criterios de ecodiseño (es decir, analizar los productos para que tengan el mínimo impacto a lo largo de toda su vida útil). En la economía circular es fundamental un uso eficiente de los recursos como el agua y la energía, y los residuos se transforman en recursos para nuevas actividades.
Estas nuevas propuestas de consumo y producción además pueden ser alternativas atractivas, funcionales y que impliquen un ahorro económico para los/las consumidor/as, de eso Solidança Roba Amiga es un referente en el Baix Llobregat.
El Programa Roba Amiga se creó en 2001 con el objetivo de ayudar a personas en situación de vulnerabilidad social a través de la gestión del residuo textil. Así pues, Roba Amiga está formada por varias empresas de inserción de Cataluña que recogiendo y gestionando el residuo textil de las catalanas y catalanes, generan más de 200 puestos de trabajo para personas en situación de vulnerabilidad a las dos plantas de gestión y en las más de 20 tiendas repartidas por todo el territorio. Una de las entidades líderes de Roba Amiga es Solidança, empresa de inserción referente al Barcelona por su incidencia con la inclusión social con itinerarios de inserción en el territorio.
Solidança /Roba Amiga es una entidad con 23 años de historia en el territorio, está situada en Sant Just Desvern donde cuenta con una planta de tratamiento del residuo textil. El modelo de gestión del residuo textil es smart y circular: se ofrece un servicio de calidad a la ciudadanía para que pueda reciclar la ropa en desuso del modo más cómodo, con la ubicación de 1.000 contenedores naranjas Roba Amiga en la vía pública de 170 municipios de las provincias de Barcelona y Girona, en los que hemos recogido casi 5.000 toneladas de residuo textil durante 2019. en nuestra planta de Sant Just Desvern son clasificadas y preparadas para su reutilización en venta de segunda mano o para su reciclaje . La ropa en desuso se transforma en un producto con valor gracias a la comercialización a través de nuestras 8 tiendas Solidança / Roba Amiga. Es en estas tiendas donde se cierra el círculo de economía circular, reutilizando más del 50% del residuo textil que se recoge en los municipios colaboradores. Puede encontrar estas tiendas de consumo más respetuoso con el medio ambiente y que fomentan la inclusión social en nuestra web www.test.solidanca.cat/botigues.
Solidança hace 23 años que además de gestionar el residuo textil también trabaja otras líneas de residuos que fomentan la Economía Circular gracias a su potencial de reutilización, favoreciendo la creación de puestos de trabajo. Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEEs) pueden ser reparados y vueltos a poner en circuito de venta de segunda mano, también los muebles, los juguetes y otros trastos que si no son recuperadas por entidades sociales del sector acaban en el vertedero. Por lo tanto, como consumidores / as tenemos dos tareas importantes que hacer, buscar alternativas de consumo menos contaminantes como son los artículos de segunda mano, y también procurar por la reutilización de nuestros objetos en desuso, a través de donaciones a entidades como Solidança.
Durante el 2019 Solidança hemos recuperado 10,78 toneladas de aparatos eléctricos, alcanzando un 30% de reutilización en aparatos de línea blanca (lavadoras, neveras, cocinas, hornos, lavavajillas, etc.). Otra línea de trabajo importante es la restauración y recuperación de muebles para su venta. Estos talleres han dado empleo a 7 personas que han realizado itinerarios de inserción laboral.
En la línea del impulso de la Economía Circular Solidança ha sido muy activa en los últimos años, poniendo en marcha proyectos con un gran carácter de innovación ambiental y social, algunos ejemplos son el Proyecto Gira la Roba de intercambio de ropa a nuestra tienda de la calle Casanova, 26, la Reparatruck una unidad móvil para enseñar a reparar aparatos, ordenadores y bicicletas a los municipios, el Albergue Solidança en Palafrugell que incluye una gestión ecológica del servicio o el taller de restauración y upcycling de muebles. Otro elemento importante de innovación social y que fortalece la tarea de inserción es el Centro de Formación de Solidança donde se realizan cursos de reparador de aparatos eléctricos, tabletas y móviles, gestión de residuos, costura … con el objetivo de crear oportunidades laborales.
Todos estos proyectos nacen con el objetivo de mejorar nuestra sociedad, son totalmente replicables y esperamos que puedan ser inspiradores para impulsar otro tipo de consumo y de economía más en sintonía con el medio ambiente, que garanticen un futuro saludable y aporten un valor social.
La reutilización y la preparación para la reutilización de los residuos tiene un impacto muy positivo en la lucha contra el cambio climático, podemos calcular las toneladas de CO2 que nos ahorramos con nuestra compra de segunda mano, lo hacemos con la calculadora de CO2 de AERESS (Asociación Española de recuperadores de la Economía Social y Solidaria): http://reutilizayevitaco2.aeress.org. En un año Solidança hemos evitado 15.369 toneladas de CO2 con la reutilización de ropa, muebles y aparatos eléctricos.
No quisiéramos despedirnos sin pedir la complicidad de las administraciones públicas con el fin de poder colaborar en este impulso de la economía social y circular, introduciendo cláusulas sociales en la contratación pública y favoreciendo sistemas de recogida de residuos que fomenten la preparación para la reutilización. También desde Solidança quisiéramos reivindicar la necesidad de medidas fiscales que hagan posible este impulso como la reducción del IVA 0 para los artículos de segunda mano.
Seguiremos trabajando con nuestro compromiso por las personas y nuestra apuesta por el medio ambiente.
Nati Yesares, jefe de Medio Ambiente y Proyectos de Solidança