La historia de Solidança: más de 25 años transformando vidas y dando nueva vida a los residuos

Solidança nació con la misión de promover la economía circular como herramienta de transformación social y ambiental. Desde 1997, la entidad ha crecido desde una pequeña tienda de segunda mano hasta convertirse en un referente del tercer sector en el ámbito de la inserción sociolaboral y la economía circular. Más de 25 años después, el camino recorrido es también la historia de miles de personas que han encontrado nuevas oportunidades y toneladas de residuos que han tenido una segunda vida.

Los inicios

Solidança nació en 1997 con un objetivo claro: crear oportunidades laborales para personas en situación de vulnerabilidad social mediante actividades vinculadas a la gestión y la prevención de residuos. Desde sus inicios, la misión ha sido impulsar la inserción y la formación a través de valores como la responsabilidad social y ambiental, la innovación, la cooperación y la solidaridad.

La entidad se constituyó con la reapertura de la Fábrica de Cartón de Sant Joan Despí como nave principal de actividad. En ese mismo espacio se abrió la primera tienda de segunda mano con el objetivo de promover la circularidad de la ropa en desuso que se recogía. Esta tienda, que todavía hoy sigue en funcionamiento, fue la semilla de un modelo de economía circular e inclusiva.

Los inicios fueron leves, con pocas personas trabajadoras, pero muchas voluntarias que lucharon por impulsar el proyecto, en unos inicios se volvió a impulsar la actividad del molino de cartón sin éxito en los primeros años. Sin embargo, existía una trayectoria en la recogida de ropa en los centros eclesiásticos y se quiso seguir este camino, ya que la ropa es un cordero de primera necesidad a la vez un residuo con mucha potencia de reutilización.

Los inicios fueron leves, con pocas personas trabajadoras, pero muchas voluntarias que lucharon por impulsar el proyecto, en unos inicios se volvió a impulsar la actividad del molino de cartón sin éxito en los primeros años. Sin embargo, existía una trayectoria en la recogida de ropa en los centros eclesiásticos y quiso seguirse este camino, ya que la ropa es un bien de primera necesidad a la vez un residuo con mucha potencia de reutilización.

Con este doble impacto nace el lema de Solidança:

Un compromiso con las personas y una apuesta por el medio ambiente.

El crecimiento

El 2006 fue un año clave: nació la empresa de inserción Solidança Treball EI, SL, se fundó la Cooperativa Ropa Amiga y Solidança se sumó al programa Incorpora de Fundación “La Caixa”, donde todavía participa. Ese año se diseñaron y aprobaron los primeros protocolos de itinerarios de inserción y se general 8 puestos de trabajo para personas en situación de vulnerabilidad social.

La diversificación también fue clave: más allá del textil, Solidança empezó a gestionar otros flujos como los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y colaborar con administraciones y empresas en proyectos de impacto ambiental y social. En 2010 se inició la gestión de puntos limpios municipales con el centro de recogida de Sant Just Desvern y también se inició el proyecto cooperación Fandema en Gambia.

El 2016 supuso un paso decisivo con la inauguración de la nueva nave central en Sant Just Desvern, que permitió aumentar su capacidad de gestión, abrir nuevas tiendas y multiplicar el número de personas acompañadas cada año.

La consolidación

En los últimos años han sido de consolidación e innovación. Solidança se ha expandido en el ámbito territorial creando los Grupo de entidades Solicança con la incorporación de ADAD L’Encant en Girona y Recumadrid en Madrid, replicando el modelo de gestión social y ambiental, así como la misión y las buenas prácticas.

La diversificació entorn la gestió de residus ha suposat consolidar els serveis en gestió de residus RAEE i voluminosos, a més de les deixalleries de tercera generació, sent sempte protagonista la gestió del residu tèxtil, amb un creixement exponencial, però sobretot amb molta implicació en la millora de la seva reutilització i en els avenços del sector. Aquests últims criden a la necessitat per investigar noves vies de gestió desl tèxtil més enllà de la pròpia reutilització i han portat a l’impuls en l’àmbit de la innovació tèxtil projectes com CIRCUTEX, CircularUpcycling o Circular4work, que transformen els residus en oportunitats de producció sostenible.

Paralelamente, con Cercle Zero, se ha agrupado toda la oferta de sensibilización y educación ambiental de la entidad, incluyendo la ReparaTruck y la DidalTruck, servicios móviles que acercan la reparación y la reutilización a la ciudadanía.

El impacto social también ha crecido: en los últimos cinco años, Solidança ha pasado de 86 puestos de trabajo reservados a personas en situación de vulnerabilidad y 6.300 toneladas de ropa recogida (2020) a 201 puestos de trabajo y más de 8.400 toneladas recogidas (2024)

Más que una entidad

La historia de Solidança es la historia de una idea que ha crecido con el tiempo: otra economía es posible. Una economía que pone a las personas en el centro, crea itinerarios de inserción con impacto real y da a los residuos una segunda vida. Hoy, después de más de 25 años, miramos hacia adelante con el mismo compromiso del primer día: construir una sociedad más inclusiva, solidaria y sostenible.